Líder de la Revolución cubana y símbolo de la izquierda.
Fidel Castro fue considerado como un déspota sin corazón por algunos, y como un héroe revolucionario por otros. Credit Jack Manning/The New York Time
Fidel Castro, icono revolucionario que trajó la Guerra Fría al hemisferio occidental en 1959 y desafió a Estados Unidos, murió el viernes 25 de noviembre de 2016 en horas de la noche a la edad de 90 años, según anunció el canal Cubavision.
Su muerte ocurre después de que el presidente de estadounidense Barack Obama sorprendiera al mundo al ordenar el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Cuba y la apertura de la embajada en La Habana por primera vez desde 1961.
Se mantuvo en el poder mucho más tiempo que ningún otro líder, con excepción de la reina Isabel II y devino figura internacional cuya importancia en el siglo XX excedió con creces lo que se podría haber esperado del jefe de Estado de una nación de 11 millones de habitantes.
Fue, posiblemente, el líder más importante de América Latina desde las guerras de independencia de principios del siglo XIX; y sin duda quien más influencia tuvo en la historia cubana desde José Martí —el héroe de la independencia de Cuba
La Revolución castrista transformó a la sociedad cubana y tuvo un impacto mucho mayor en toda la región que el de cualquier otra insurrección latinoamericana del siglo XX, con la posible excepción de la Revolución mexicana de 1910.
El desafío de Castro hacia Estados Unidos lo convirtió en modelo de la resistencia latinoamericana y de otras partes, y seBconvirtió en símbolo de la revolución en todo el mundo y en inspiración para muchos, precisa el diario New York Times.
Para muchos, era un déspota implacable que pasaba por encima de derechos y libertades; otros tantos lo alababan como lo hicieron las multitudes aquella noche del ocho de enero de 1959, como un héroe revolucionario para la posteridad.
Versión Tomada The New York Times
