Marcha atrás en la política de Estados Unidos hacia la isla.
El presidente de Estados Unidos Donald Trump, firmó este viernes en Miami un documento que contradice uno de los más notables legados políticos de Barack Obama, en las relaciones con La Habana.
En un discurso de corte anticomunista Trump, retrocede en el deshilo con Cuba y anuncia que endurecerá el embargo, pero mantiene vivas las relaciones diplomáticas entre ambas naciones vecinas.
El mandatario estadounidense frenó el acercamiento con Cuba, al restablecer restricciones a los viajes de turismo y vetar intercambios comerciales que beneficien a empresas de las fuerzas armadas.
Los viajes para fines educativos no académicos se limitarán a grupo, mientras los ciudadanos cubano-americanos podrán seguir visitando a su familia en en la mayor de las Antillas y enviarles remesas.
Los cambios de política no tendrán efecto hasta que los Departamentos de Tesorería y Comercio de Estados Unidos hayan finalizado las regulaciones previstas, un proceso que puede tardar varios meses.
Donald Trump devolvió la esperanza a congresistas cubanoamericanos y opositores al gobierno de Raúl Castro, pero desanimó a quienes opinan que la política de aislar a Cuba “fracasará”.
