Ante la crisis migratoria cubana Estados Unidos hace lo que Poncio Pilato.
La administración de Barack Obama, está en la obligación de resolver la crisis migratoria de los cubanos en Costa Rica
El gobierno de Estados Unidos se lava las manos como Poncio Pilato ante la crisis migratoria que mantiene más de siete mil migrantes cubanos en Costa Rica y plantea desconocer planes sobre un eventual puente aéreo para que entren al país.
A la vez las autoridades norteamericanas reclama a los países involucrados en el grave dilema la responsabilidad de establecer los documentos necesarios y los mecanismos de control fronterizo para asegurar que no ocurran viajes indocumentados.
Los llamados del mandatario costarricense Luis Guillermo Solís, a sus vecinos para crear un corredor humanitario que permita a los cubanos continuar la travesía, resultaron infructuosos y cada vez son más los países que se niegan.
El presidente tico que se reunió a mediados de diciembre de 2015 en La Habana con su homólogo Raúl Castro, pidió apoyo para detener las fugas desde allí, pero esa no sería la solución del problema latente en varias naciones del área centroamericana.
En la cita, Castro, sin mencionar sus culpas, argumento que la política de “Pies secos – Pies mojados”, el “Programa de Parole para los Médicos en terceras naciones y la “Ley de Ajuste Cubano” estimulan las salidas por cualquier vía hacia Estados Unidos.
Cuando el 15 de noviembre de este año Nicaragua negó el paso a los primeros cubanos, reinó el caos y luego las decisiones por el estilo de Guatemala y Belice, le pusieron la tapa al pomo a un conflicto que hasta ahora parece no tener solución.
Tras no lograr un acuerdo colectivo en el Sistema de Integración Centroamericana (SICA), Solis anunció que dejará de emitir visados temporales a los emigrantes cubanos y quienes intenten ingresar ilegalmente al territorio serán deportados.
Ahora bien, si el propósito de los cubanos varados en Costa Rica es llegar a los Estados Unidos, la administración de Barack Obama, no tiene otra alternativa que asumir la responsabilidad que le corresponde y traerlos de una vez y por todas.
