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La historia del popular conjunto fundado en 1920

Celia Cruz, fallecida en 2003, grabó con la sonora matancera más de una treintena de canciones.

La Sonora Matancera es un conjunto de música cubana fundado en la década de 1920 en la ciudad de Matanzas, por iniciativa de Valentín Cané y precisamente en su residencia se formó el conjunto con el nombre de Tuna Liberal.

En sus orígenes contó con nueve integrantes con prevalencia de las cuerdas por el auge del “Son”, y para esto se requerían de cuatro guitarras acústicas, a cargo de  Domingo Medina, José Manuel Valera, Julio Gobín y Juan Bautista Llopis.

En 1926 la agrupación yumurina cambió su nombre al de Septeto Soprano y ese mismo año acompaña en el coro a su cantante Eugenio Pérez, Carlos Manuel Díaz Alonso “Caíto”y en 1927 ingresa Rogelio Martínez Díaz, que se convierte en su director.

En ese mismo tiempo se le cambia el nombre al conjunto pasando a ser Estudiantina Sonora Matancera y llegan a La Habana donde graban con la compañía discográfica “RCA Víctor” su primera grabación en 1928 en formato de 78 rpm.

Iniciando la década del treinta, la agrupación empezó a adaptarse a los nuevos ritmos que aparecían por la época como también a nuevos instrumentos, es el caso del piano de cola, tocado por primera vez por el Rey del Mambo Dámaso Pérez Prado.

Así en 1935 adopta el nombre de La Sonora Matancera, y tres años después se retira Pérez Prado y deja la vacante en el piano a Severino Ramos quien desde 1944 hasta 1957 se convertiría en el principal arreglista musical del conjunto.

Se dice que Benny More, cantó con el conjunto durante una presentación en vivo

Durante los primeros años de la década del cuarenta realizan presentaciones en academias de baile, cabarets y en Radio Progreso, en la capital de la mayor de las Antillas y además incluyen en su repertorio guarachas, montunos, entre otros ritmos.

A comienzos de 1944 se integran llegan al elenco musical el pianista Lino Frías y Pedro Knight, que se convirtió en su segundo trompetista, así como el vocalista Biembenido Rosendo Granda interprete de “La Ola Marina” de Virgilio González.

Antes firmara su primer contrato de exclusividad con Panart Records grabó para el sello “Varsity”, sin figurar en las etiquetas el nombre de la Sonora Matancera y aquí destaca “Se Formó la Rumbantela“, “Tumba Colorá” y “El Cinto De Mi Sombrero“.

Entre 1947 y 1959 transcurre la época de oro de la Sonora Matancera y se integra al grupo el boricua Daniel Santos, uno de sus cantantes más recordados y al primero de talla internacional que tendría, así como su compatriota Myrta Silva.

Celia Cruz, llamada en su momento, La Guarachera de Cuba, irrumpe en la matancera en 1950 y se mantuvo hasta 1965 con temas como “Cao, Cao Maní Picao“, su primer éxito, “Burundanga“, “Yerbero Moderno“, “Rock and Roll” o el bolero-mambo “Tu voz“.

Dámaso Pérez Prado de niño, aprende el piano clásico con Rafael Somavilla

Esa etapa resultó muy significativo y prolífica con interpretes de la talla de Miguelito Valdés, Leo Marini, Raúl del Castillo, Gloria Díaz, Manuel Licea “Puntillita”,Martha Jean Claude, Pepe Reyes y Boby Capo, Vicentico Valdes y Nelson Pinedo.

La lista se completa con Rodolfo Hoyos, Laíto Sureda y Alberto Beltrán, Tony Álvarez y Olga Chorens, así como Carmen Delia Dipini, Carlos Argentino, Celio González, Johnny López, Chito Galindo, Victor Piñero y Reynaldo Hierrezuelo.

Participaron en espectáculos en vivo figuras de fama como Orlando Vallejo, Sarita Arceo, Tito Cortés, Caridad Cuervo, Polito Galíndez y Manolo Barquín, entre otros y se dice que Benny Moré y el mismo Pedro Vargas cantaron con la Sonora Matancera.

El 15 de junio de 1960, salieron de Cuba para cumplir con un jugoso contrato firmado a la Sonora Matancera y viajan a la Ciudad de México, sin saber que jamás volverían a su país y a partir de ese momento comienza una nueva vida.

Fuente:Wikipedia/Fotos:AARP/Discogs/Pinterest

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