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Una frase de arraigo popular.

La historia del tabaco

En Vuelta Abajo, en la región más occidental de Cuba, se encuentran las más afamadas vegas de tabaco del mundo.

El tabaco, sembrado por los primeros habitantes de Cuba en pequeños sitios de terreno llamados conucos, era una medicina milagrosa, y además elemento esencial en las ceremonias religiosas, políticas y sociales, así como factor importante en la agricultura primitiva.

Los conquistadores españoles descubrieron esta planta a su llegada a la isla en 1492 y muy pronto, una verdadera pasión por el tabaco se despertó en Europa, principalmente en la península ibérica, donde el hábito de fumar tuvo una gran cantidad de seguidores.

La fama pronto se extendió incluso a lejanas naciones como Persia, Japón, Turquía y Rusia, y el 11 de abril 1717, el soberano español Felipe V organizó el monopolio real del tabaco cubano, decisión que marcó el exterminio de los pequeños plantadores honestos de la isla caribeña.

En 1817 el monopolio fue derogada por el Real Decreto en beneficio del libre comercio y desde entonces Cuba es conocida como la tierra del mejor tabaco de todo el mundo, con las vegas de la occidental provincia de Pinar del Río, como las de mayor prestigio internacional por su calidad única.

La falsificación del habano comenzó temprano en medio del afán de lucro de empresarios extranjeros y para evitarla Cuba instituyó el derecho de garantizar la procedencia de sus producciones mediante una precinta cuyo uso se reservaba en exclusiva a los fabricantes

Aunque contada en apretada síntesis, la historia del tabaco cubano es muy larga, y según se plantea la aromática hoja proviene de América del Sur, aunque el momento de su llegada a las Antillas no se sabe con exactitud, pero sin duda, fue entre los años 3000 o 2000 antes de Jesucristo.

Entre los cubanos oír “la historia del tabaco”, es someterse a un extenso relato sobre cualquier tema que debe comenzar en los más recónditos inicios, y solo terminará después del cansancio extremo de quien escucha y como es lógico la frase la acuñaron los propios hijos de la patria de Martí.

Fuente:Wikipedia/Fotos:Internet

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