El villancico que inmortalizara el olvidado Ricardo Cuenci.
El burrito sabanero, fue compuesto por el músico venezolano Hugo César Blanco Manzo, durante las fiestas navideña de 1975, e interpretado por el grupo infantil “La Rondallita” con la voz solista del pequeño Ricardo Cuenci.
Esa es la versión que se escucha continuamente y que alcanzó gran popularidad en varios países de Hispanoamérica a finales de la década de 1970, aunque el cantante Simón Díaz grabó el tema primero, sin llegar a presentarlo en público
Su autor, con importantes contribuciones al desarrollo creativo de la música de Venezuela, nació en Caracás, el 25 de septiembre de 1940 y además escribió “Moliendo Café”,entre otras composiciones de fama mundial y murió el14 de junio de 2015
Hugo Blanco falleció la madrugada del 14 de junio de 2015 a la edad de 74 años en la Clínica Loira víctima de una hipoglucemia, proveniente de la diabetes que padecía durante los últimos años.
La triste suerte de Ricardo Cuenci
Ricardo Cuenci, pasará a la historia como el cantante del villancico El Burrito Sabanero, que vocalizó a la edad de ocho años, pero jamás recibió un centavo por el tema y su vida actual nada tiene que ver con el mundo artístico.
En Puerto Rico, le propusieron integrarse al afamado quinteto “Menudo”, formador de figuras de prestigio internacional y luego una disputa entre su padre y Blanco Manzo, impidió que recibiera los beneficios monetarios que merecía.
Perteneció a otros coros, sin lograr algo similar al de su niñez y tras tocar el segundo violín en la orquesta del maestro venezolano José Antonio Abreu, dos hechos delictivos de menor gravedad marcaron su vida para siempre.
La existencia de Cuenci dista mucho de la fama que uno puede pensar que tiene por la magistral interpretación que logró de semejante y perdurable éxito musical y aunque resulte difícil de creer es prácticamente un desconocido en su propia tierra.
Ricardo Cuenci y La Rondallita, recorrieron su Venezuela natal y otras naciones alegrando corazones al compás del tema, pero luego desapareció y solo se supo de él en 2004 a través de una entrevista publicada en el diario colombiano “El Tiempo”.
En aquella etapa los periodistas conocieron de su propia boca que trabajaba en una cooperativa de saneamiento de tuberías y en labores de herrería, sin una vivienda digna donde vivir en unión de su esposa y tres pequeños hijos.
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