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La conmovedora historia de una mujer que pasó de lo sublime a lo humillante.

LA HIJA BARTADA DE FULGENCIO BATISTA

Al parecer Carmela Batista tenia la mano muy abierta y se quedo sin dinero.

La octogenaria Fermina Lázara Carmela de las Mercedes Batista Estévez, hija del ex gobernante cubano Fulgencio Batista, derrocado por Fidel Castro en 1959, viven a la intemperie en la ciudad de Fort Lauderdale.

Ella cumplirá 82 años en julio próximo,  y fue descubierto junto a su hija adoptiva Ana, un gato y sus maletas y bolsas en el nuevo “hogar”en el  Stranahan Park, según un reportaje del canal 10 de esa ciudad.

Quedó en la calle tras perder su millonaria herencia y propiedades y solo lleva consigo entre sus pertenencias además, un libro de fotos que incluye una junto a su padre que en la parte de atrás dice: “besos”.

Carmela nació en 1935 del romance extramatrimonial del depuesto mandatario cubano con su madre Marina Estévez y en la entrevista dijo que él la visitaba con regularidad y siempre se ocupó de su manutención.

En un arqueo a las llamadas “bóvedas de Fulgencio Batista”, llevado a cabo por el Ministerio de Recuperación de Bienes Malversados, creado tras el triunfo de la Revolución en enero de 1959, se ocupó un testamento ológrafo.

LA HIJA BASTARDA DE FULGENCIO BATISTA

Fulgencio Batista, protagonizó un golpe de estado en 1952 y se mantuvo en el poder hasta el primero de enero de 1959.

En el documento se nombran entre los beneficiarios directos, en caso de su fallecimiento, a sus hijos legítimos Fulgencio, Rubén y Jorge Luis, y la bastarda Carmela, que en ese entonces tenía 23 años.

Ella cuenta que cuando su padre le preguntó dónde quería vivir, le dijo que en Fort Lauderdale y sin preocupaciones financieras, se dedicó a dar clases de piano y a ejercer como secretaria en una oficina médica.

Cuando Batista murió en 1973 todos sus hijos fueron convocados a Nueva York para la lectura del testamento y Carmela confirmó que a ella le tocó más de un millón de dólares, sin revelar el monto exacto.

Compró una casa  en el exclusivo barrio de Coral Ridge y un apartamento en Galt Ocean Mile y tras un breve matrimonio, adoptó los 53 años a una recién nacida, a la que luego enviaría a las mejores escuelas privadas.

Con el paso del tiempo lo perdió todo, incluso su vivienda que finalmente fue vendida en 830 mil dólares en 2016, luego de una ejecución hipotecaria y desde entonces la hija de Fulgencio Batista vive como una indigente.

Fuente: CiberCuba

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