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Un salto en el tiempo para revivir un popular servicio.

las fuentes de sosa

La Coca-Cola, registrada en 1893, comenzó vendiéndose en las fuentes de soda.

Las fuentes de sodas, que eran locales donde se vendía y dispensaba principalmente agua carbonatada, como el antecente de los refrescos y gaseosas que consumimos actualmente, surgieron en en los primeros años del siglo XIX en Europa, pero en Estados Unidos fue donde alcanzaron su mayor éxito,

Esta novedad en la rama de los servicios se convirtió en lugar de encuentro de la gente y supusieron la introducción de las bebidas envasadas, helados, malteadas en restaurantes y cafeterías de comidas rápidas y la historia recoge que en Europa la fabricación de ese tipo de bebidas tenía en sus inicios fines medicinales.

En Estados Unidos los farmacéuticos vieron en las aguas carbonatadas, que cobra el maximo de esplendor durante la década del 50, una forma de enmascararcon azúcar y variados sabores el amargo gusto de algunos medicamentos, a partir de un  ingenioso sistema de producción mucho más econónico y eficaz.

la fuente de soda

Las fuentes de sodas se ubicaron en sitios de amplia concurrencia,

La popularidad de estos tónicos hizo prever el potencial de los refrescos como objeto de consumo en masas, mientras los establecimientos que disponían de ellos se convirtieron en sitios de alta y todo tipo de clientela, por la naturaleza de las bebidas en oferta

Las fuentes de sodas no son otra cosa que dispensadores de refrescos, de tal forma que por una parte permiten al consumidor la elección del sabor que su gusto reclama y por otro, suponen el ahorro de los gastos derivados del embotellado, al poder servir el líquido en vasos.

En paises de clima cálido como en Cuba, donde las fuente de sodas, llegaron muy temprano, el novedoso servicio para la época adquirió aun mayor relevancia por la gran demanda que tuvieron desde ese mismo momentos los productos refrescantes.

En el más apartado rincón de la isla caribeña había un local de ese tipo y recuerdo en Jaruco, mi pueblo natal, la Sodas Castillo, un floreciente negocio enclavado en una céntrica calle, frente por frente al cine, donde acudían muchas personas a degustar aquellos gaseados de piña, limón, cola y aniz, entre otros agradables sabores al paladar.

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