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Es un microbio vivo unicelular, que habita en agua dulce templada.

No existen métodos para detectar y cuantificar la presencia de este parásito en el agua

El agua del grifo puede contener organismos diminutos que son seguros de beber pero que podrían sobrevivir en los conductos nasales y así es cómo se infectó una mujer que murió por la acción de una ameba ‘come cerebros’.

Según un estudio publicado en el International Journal of Infectious Diseases, especialista de la salud creen que la fallecida probablemente uso un recipiente especial para limpiar los conductos nasales, similar a una tetera.

Una mujer de Seattle, de 69 años, murió en febrero después de someterse a una cirugía cerebral en el Centro Médico Sueco y el medico dijo que ella tenía amebas que le estaban comiendo “células cerebrales” por todas partes.

Con anterioridad se registraron otros tres sucesos similares en Estados Unidos entre 2008 y 2017, mientras este año, una niña de Toledo, devino el primer caso de ameba come cerebros, reportado en España y aun se investiga.

De las 143 personas que se infectaron entre 1962 y 2016 en territorio norteamericano solo cuatro sobrevivieron, mientras dos de ellos lograron vencer esta ameba, denominada Naegleria, con un medicamento llamado miltefosina.

Las únicas medidas que los individuos pueden tomar para reducir el riesgo de infectarse deben centrarse en limitar la cantidad de agua que entra por la nariz y evitar bañarse en aguas contaminadas o en piscinas mal conservadas.

Fuentes: Antena 3/ 20 minutos

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