Un cuerpo de baile de la isla fue obligado a prostituirse.
Un cuerpo de baile proveniente de Cuba, invitado a participar en un proyecto de una empresa Turca, fue obligado a prestar servicios sexuales a visitantes de clubes nocturnos.
La directora de la compañía, Dragana J., que ayudó a 40 muchachas a migrar, se hospedó junto con ellas en un hotel de la capital de Turquía y seguidamente, les informó que también tendrían que satisfacer deseos sexuales.
Aunque las mujeres trataron de protestar, la farsante directora las convirtió en esclavas del sexo, por cuanto, Dragana privó a las chicas de sus pasaportes y les prohibió que salieran del hotel en un procedimiento sumamente calculado.
Una de las bailarinas logró escapar y llegó a la Embajada cubana en Ankara, y contó la terrible experiencia y entonces la policía turca realizó una redada, rescató a las chicas y tramitó su regreso a la mayor de las Antillas.
La autoridades detuvieron a la responsable del suceso, sin embargo ella, negó todas las acusaciones en su contra, pero la Corte Penal número uno de Ankara la condenó a pena de prisión por el cargo de trata de personas.
Fuente: Cubanos por el Mundo