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Contrario a lo que se piensa Estados Unidos no es el padre de las macabras celebraciones. 

La calabaza, es el motivo ornamental utilizado durante las celebraciones de Halloween, por representar a Jack O’Lantern.

Las tradicionales fiestas de Halloween, de origen Celta y conocidas también como Samhain, vocablo derivado de la lengua irlandesa antigua, forman parte de una leyenda popular relacionada con buenos y malos espíritus y entre ellos uno terriblemente dañino que deambulaba por pueblos y aldeas exigiendo truco o trato.

Esa costumbre resultó asimilada por los romanos tras la dominación de los territorios de la Galia céltica, hasta llegar a países anglosajones y según la leyenda trasmitida de generación en generación, los muertos salía a perturbar a sus familiares, si estos no los esperaba con una velada prendida como símbolo de recordación.

El  mas malévolo de los difuntos en pena, que recibía el nombre de Jack O’Lantern, era capaz de maldecir la casa y sus habitantes con toda clase de infortunios y calamidades, incluso enfermedades, muerte del ganado y destrucción de la vivienda por un voraz incendio, si no se establecía un pacto con él.

Con el propósito de protegerse los aldeanos célticos idearon crearon en las calabaza formas horrendas y las personas se ponía atuendos y máscara para tomar la apariencia de los malos espíritus y así evitar encontrarse con dicho espectro, mientras en otros sitios se encendían hogueras y a ella se lanzaban huesos de animales sacrificados.

Desde la cuna comienza el horror de Halloween (Foto Internet)

La Noche de las Brujas o Halloween, que se hace coincidir anualmente con el último día del mes de octubre, llegó a Estados Unidos de la mano de emigrantes irlandeses  en 1840 y hoy en día  es una tradición de profundo arraigo, que comenzó a celebrarse de manera masiva en 1921, con un desfile en la ciudad de Minnesota.

Actualmente Halloween que se celebran además en varias naciones del mundo occidental, es la fecha más importante del calendario festivo de Estados Unidos y Canadá y su internacionalización se produjo en las décadas del 70 y el 80, luego de la presentación de un filme de John Carpeter, alusivo a la citada celebración.

La Iglesia Católica alerta que Halloween tiene un trasfondo anticristiano y que no es una celebración inocente, y en su lugar defiende el día de los Fieles Difuntos por estimular la vida y no la muerte. Por otra parte culpa a la industria cinematográfica de Hollywood y denuncia la falta de lógica de los padres.

Ahora los niños de disfrazan de brujas, duendes, demominos, vampiros y fantasmas, con máscaras de cadáveres y esqueletos y es la familia la que favorecen este juego macabro, que llega a nuestros días en medio de un amplio despliegue comercial y la publicidad engendrada a todo empeño por el cine estadounidense.

La imagen de infantes norteamericanos disfrazados correteando por las calles de un oscuro barrio pidiendo caramelos, dulces y otras golosinas, así como gastando bromas de mal gusto en el contexto de la película “La Noche de Halloween”, ha quedado grabada en la mente de muchas personas y amenaza con importar al mundo una costumbre pagana.

Otros trabajos relacionados: Halloween entre paganos y cristianos.

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