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La creencia popular habla de un joven enterrada viva

Se dice que el padre de la muchacha colocó un brillante en la frente de la estatua, cuya cabeza fue cortada para robar la joya.

El hallazgo en el cementerio de la occidental ciudad de Matanzas de un cuerpo embalsamado por un método utilizado en el primer tercio del siglo XIX, es único de su tipo en la provincia y quizá en Cuba, según el diario Granma

El descubrimiento ocurrió en la primera sepultura, ubicada en la entrada de la necrópolis en dirección a la capilla, y sobre la que existía una leyenda popular urbana según la cual en el lugar habían enterrado viva a una muchacha hija de un médico.

Luego de las pesquisas antropológicas a cargo del médico forense Ercilio Vento Canosa salió a la luz que se trata de la matancera Luisa María García Selló de Prieto, de 27 años de edad, quien falleció en Madrid el 25 de septiembre de 1889 .

Fue enterrada en el cementerio de San Carlos, el 20 de enero de 1890 y entre las notas curiosas mencionó el hecho de que el cuerpo se encontrara en un ataúd singular, una verdadera obra de arte, de exquisita elaboración para preserva el cuerpo.

De ese modo se deshace la fábula sostenida de una generación a otra de matanceros y que detalla también que el padre colocó un brillante en la frente de la estatua, lo que suscitó que un tiempo después cortaran la cabeza de la efigie para hurtar la joya.

Observó Vento Canosa que en la historia del embalsamamiento en el archipiélago cubano del siglo XIX, en la que Matanzas tuvo un desempeño notable, no se había encontrado nada de un valor patrimonial tan significativo.

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