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“El silencio de los corderos”, con Jodie Foster y Anthony Hopkins, mítica película inspirada en el canibalismo.

El canibalismo, socialmente rechazado y legalmente sancionada, es el acto de alimentarse de miembros de la propia especie, aunque el término suele emplearse para referirse al ser humano que come a otro de sus semejantes, que en sociedades occidentales está actualmente relacionado con situaciones extremas de hambre, criminales o personas con profundos problemas psicológicos.

Está demostrado que el Homo antecessor desarrolló esa práctica hace ya unos 800 mil años y recientes estudios aportan pistas para creer que los seres humanos tienen genes neandertales y el cruce entre especies podría haber ocurrido, además de aportar el rasgo cultural o hábito de antropofogia que es algo probado en diferentes yacimientos de la antiguedad.

Los hechos relacionados con el canibalismo conmociona al mundo entero y Estados Unidos concentra el mayor número de asesinos en serie, mientras Rusia y sus ex repúblicas ocupa el segundo lugar y reporta el caso más grotesco perpetrado por Andrei Romanovich Chikatio,(el carnicero de Rostov) que asesinó a 53 personas y comió parte de sus cuerpos.

CANIBALES 1

Andrei Romanovich Chikatilo, el mayor y más famoso asesino en serie de Rusia, tercero en la clasificación mundial, después de Harold Shipman y Javed Iqbal.

En enero de 1999 el psiquiatra Aleksandr Bukhanovsky señaló que en esta región rusa se habían registrado un gran numero de asesinatos en serie y violaciones sádicas en la última década y se llegó a decir entonces que Rostov se había convertido en la capital mundial del asesinato en serie, tal vez influenciados sus habitantes por los crímenes de Chikatilo.

Sin embargo, el caso más aterrador fue el de Jeffrey Dahmer, conocido comno “El carnicero de Milwaukee”, que en 1991 admitió el asesinato de 21 hombres para deglutirlos y despues satisfacer su atracción morbosa por la muerte y satisfacer placer erótico con los cadáveres, en una manifestación de perversión sexual  que recibe el nombre de necrofilia.

Albert Fish, (El hombre gris),  ejecutado en 1936 en la silla eléctrica en Sing Sing, asesinó a quince jóvenes y comió parte de sus cuerpos y Ed Gein (el carnicero de Planfield), un psicópata que descuartizaba y comía de sus victimas, así como ingería restos de occisos que desenterraba, incluso en su vivienda se encontraron craneos y artículos elaborados con la pie de los muertos.

Jeffrey Dahmer, sentenciado a 957 años de prisión en 1992, apareció muerto sospechosamente en el Instituto Correccional de Columbia.

El sábado 25 de mayo de 2012 Ruddy Eugene, de 31 años resultó baleado por un agente de la policía de Miami, cuando devoraba el rostro de un indigente, de 65 años, en una autopista de la ciudad de Florida y unos días después Alexander Kinyua, un estudiante universitario, confesó haber asesinado a su compañero de cuarto en Maryland, para después comerse su corazón y el cerebro.

Las historias de canibalismo que actualmente asombran a la opinión publica mundial, se completa con la noticia de la mujer que mata a su hijo recién nacido y come su cerebro y dedos de los pies, un actor porno ingiere partes del cuerpo de un hombre y envia restos a un periódico y otro individuo corta su estomago con un arma blanca y lanza sus intestinos a la policia.

Ahora los espeluznantes sucesos, despierta la preocupación de la ciudadanía, temerosa del surgimiento de una nueva y terrible enfermedad y son muchos los especialistas estadounidenses consultados al respecto, entre ellos psicólogos y antropólogos, pero esperemos que la alarmante situación no adquiera un giro inesperado y el sueño americano se troque en el insomnio canibal.

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