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Había nacido en Santiago de Cuba en 1842.

Paul Lafargue fue muy reconocido por sus ideas dentro del movimiento obrero francés

Paul Lafargue nació en Santiago de Cuba en 1842 del romance de un hacendado francés y una mestiza cubana y Carlos  Marx lo había conocido, en una casa de Londres adonde llegó el joven cierta tarde para encontrarse con su ídolo vivo.

Pero lo que quizás no sabía Lafargue era que ese día se abrirían ante él las puertas de un nuevo destino según contó al periodista de BBC Mundo Leslie Derfler, profesor emérito de historia de la Universidad de Columbia, Estados Unidos.

Apuesto, de piel morena, con acento y formas del trópico devino discípulo de Carlos Marx y uno de los principales difusores de sus ideas y también, su yerno”, añade Derfler, autor de la biografía Paul Lafargue y la fundación del socialismo francés .

Paul y Laura una de las hijas de Marx se casaron en 1868 y el cubano fue, desde entonces, no solo el primer latinoamericano en seguir de cerca y difundir el pensamiento del creador del comunismo, sino también miembro y parte de su familia.

Cuando el buque con destino a Francia zarpó de los muelles de Santiago de Cuba a mediados de 1851, Paul Lafargue vio esconderse entre las olas, por última vez, la silueta montañosa de la oriental ciudad de su infancia.

En el puerto quedaron sus abuelos maternos, una india oriunda de Jamaica y un refugiado haitiano, que llegó al oriente de Cuba tras las revueltas y la revolución en la entonces isla de Saint-Domingue que culminó con la abolición de la esclavitud en esa colonia

De ellos y de su madre, escribiría más tarde Lafargue, se llevó la herencia de ” la sangre de tres razas oprimidas ” y también un peculiar comportamiento, distante del refinado estilo europeo, por el que Marx, en más de una ocasión, le propinó regaños.

De hecho, en una carta conminatoria de 1866, Marx le escribe que, si quiere continuar sus relaciones con Laura “tendrá que reconsiderar su modo de hacerle la corte”, en relación a ciertos excesos y toqueteos en las manifestaciones de cariño hacia su novia.

Paul y Laura están enterrados en el cementerio Père-Lachaise de París.

Mientras en otra, escrita cuando se encontraba ingresado en un sanatorio por una colección de males que iban desde carbunclos hasta hemorroides, le dice a su hija que ya no toleraba al “maldito Pablo” , ni “sus ideas y modales”

Las referencias de Marx hacia su yerno han dado paso a disímiles interpretaciones en el transcurso de los años, entre quienes ven en esas referencias un juego, una muestra de cariño o la descarnada evidencia de un supuesto racismo del ideólogo del comunismo.

Al decir de la profesora Yohanka León, investigadora del Instituto de Filosofía de Cuba tanto Lafargue como Laura difundieron la obra de Marx en Francia y en España, donde un exilio obligado tras la Comuna de París los obligó a residir.

Ya para entonces, el matrimonio se habían entregado por entero también a la colosal tarea de traducir “El capital”, la obra cumbre de Karl Marx y Federico Engels y una de las columnas fundacionales más complejas del pensamiento moderno.

El derecho a la pereza, un texto escrito por Lafargue cambia el patrón tradicional de considerar el trabajo como valor supremo del obrero y proponer disminuir las jornadas de trabajo y permitirle a estos un mayor tiempo de esparcimiento.

El ensayo le valió un lugar en las bibliotecas, pero Derfler asegura  que uno de sus principales logros fue aplicar el análisis marxista a diferentes campos, como la literatura al hacer una interpretación de autores como Emile Zola.

Paul Lafargue y Laura Marx estuvieron casados por más de 40 años y en medio del dolor de tres hijos muertos, pobreza extrema y vejez, su cotidianidad no daba espacio para las preguntas de la vacilación y decidieron suicidarse.

Fuente/Fotos: BBC Mundo/Nueva Tribuna

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