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La obra de un brillante escrito que dio pie a una frase popular ya un tanto olvidada.

Armando Couto Doctor en Filosofía y Letras, tenía un extenso conocimiento de la esencia del cuento, la novela y tratados políticos y filosóficos.

La popular frase “Se le escapó a Tamakún por debajo del turbante”, utilizada para referirse a un individuo sumamente hábil, inteligente o de agilidad extrema, nació de la prolífera imaginación de los cubanos, aunque parezca importada de naciones orientales o de la cultura islámica.

Lo cierto es  que en 1941 Armando Couto, (La Habana 1918-Miami 1995) considerado el más sobresaliente escritor de radionovelas de América Latina, en su época, creó la obra Tamakún, el vengador errante, de audiencia total en la isla caribeña y otros países de habla hispana.

El relato recrea las aventuras de un príncipe hindú, que tras recuperar el ficticio Reino de Sarakardi, arrebatado por la fuerza de las armas a sus padres, muertos en la intentona a manos del malvado Sakiri El Negro, decide luchar contra el crimen y la injusticia, en cualquier lugar del mundo.

El intrépido personaje deviene héroe de ficción para la radio-audiencia en la mayor de las Antillas en una etapa en que este medio acampara la atención de las masas, con marcada incidencia en adolescentes y jóvenes y muy pronto la voz  “Se le escapó a Tamakún…” irrumpió en el habla de la población.

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Las historietas de Tamakún fueron el entretenimiento de niños y mayores en Latinoamérica y se llevaron a la pantalla grande.

En Cuba se radiaron siete historias de la serie Tamakún, el vengador errante y tal resultó su repercusión en el plano internacional que llegaron a trasmitirse además en la década del 50, con gran aceptación en otros lugares latinoamericanos, como México,  Puerto Rico, Venezuela, Colombia, Chile y Perú.

En 1975 la obra es publicada en la región en historietas con libreto de Couto, ya radicado en Estados Unidos y dibujos de Miguel F. Callejas, con rotundo éxito, incluso muchos lectores se dedicaron a coleccionar estas revistas y aún las conservan como piezas de inestimable valor espiritual.

Armando Couto, escribió también “Los Tres Villalobos”, con más de una veintena de años en la radio cubana y fuente de inspiración para varias películas en México y a su pluma se deben además Cazan el Cazador, Capitán Espada, Tierra Adentro y Kalimán, entre otras novelas y cuentos radiales.

Muchas de sus grandes creaciones fueron pirateadas y jamás recibió derechos de autor y se dice que ni siquiera realizó reclamo alguno, pero cuando hoy o mañana nos venga a la boca el término Se le escapó a Tamakún por debajo del turbante, estaremos quizá, sin saberlo, rindiéndole homenaje al precursor de la radio-novela cubana.

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