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Era el consejero espiritual de un connotado capo de la droga en España, sentenciado en Miami.

el santero cubano del crimen

Álvaro López Tardón, creía estar protegido contra todo mal por su fe en la santería cubana.

El capo del narcotráfico español Álvaro López Tardón, detenido en Miami en 2011 gastaba una verdadera fortuna en la santería, y de hecho, estaba convencido que su buena suerte era fruto de los ritos que realizaba en su favor un cubano.

Vicente Orlando Caredelle era el santero particular del jefe mafioso, cuyas recomendaciones seguía al pie de la letra y al que pagaba elevadas sumas de dinero y quien cuando fue arrestado, llevaba encima más de 21 mil euros en efectivo.

López Tardón estaba convencido que tenía de su parte a Obatalá y Xangó, deidades de la santería cubana cuyo culto compartía con su amiga Ana Cameno, detenida al tratar de montar en Madrid el mayor laboratorio de procesamiento de cocaína de Europa.

La superstición de Álvaro llegó a tal punto que en la puerta del apartamento de Miami donde fue detenido tenía una foto de su peor enemigo en el negocio, Juan Carlos Peña Enano, a la que colocó amuletos para evitar que éste pudiera hacerle daño.

El santero hizo cree a López Tardón que jamás le pasaría nada.

Fue el último jefe de los Miami, la banda que a finales de los 90 monopolizó el negocio de los matones y el tráfico de drogas en los locales de ocio de Madrid antes de dividirse en los primeros años del nuevo siglo por discrepancias con Peña Enano.

Un juez federal castigó de forma ejemplar por lavado de dinero y otros 13 cargos al narcotraficante español Álvaro López Tardón, quien cumple 150 años de prisión en una cárcel de Miami, en el estado norteamericano de Florida.

Antes de su detención, el hombre, conocido como El Fenicio, llevó una vida llena de excesos, muchos de ellos convertidos en un frenesí de compras que entre 2001 y 2011, ascendieron a más de 20 millones de dólares, sin incluir impuestos.

Adquirió 13 condominios de alto valor, entre ellos el penthouse de más de $1 millón de dólares, así como 17 autos de lujo, de ellos un Bugatti Veyron del 2008 de color negro por $1.2 millones y un Ferrari Enzo del 2003 por un millón.

El supuesto imperio del narcotráfico comenzó a desmoronarse después que su sacerdote de la santería, Vicente Orlando Cardelle, fue apresado a principios del 2011 al intentar contrabandear a España dinero a través del Aeropuerto Internacional de Miami.

En la casa de su hermano Artemio, en Madrid la policía española encontró 25 millones de euros en efectivo, a metro y medio del suelo, así como además se incautaron un alijo de joyas, brillantes, oro y perlas valoradas en 75 millones.

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