Vive en una elitista zona de Moscú, la capital rusa.
Un oficial de la Seguridad del Estado en Cuba le dijo a Alexander Serioguin, que Fidel era su padre.
El presunto hijo ruso del fallecido líder cubano e ícono del comunismo mundial Fidel Castro, el escritor Alexander Serioguin, prepara en Moscú su propia revolución, según declaró en 2017 a la agencia española de noticias Efe.
“Resucitar y digitalizar la conciencia de todos los seres humanos que habitaron alguna vez la Tierra” es el propósito de Serioguin, quien confesó poseer un agudizado sentido de la justicia, como el que siempre tuvo el desaparecido mandatario cubano
Reside en una casa de campo en la elitista barriada de Barvija, en las afueras de la Moscú, capital rusa y asegura que su empeño en “salvar al mundo y a la humanidad” le viene de su verdadero padre, a quien considera un modelo a seguir.
Su madre era agente del Comité de la Seguridad del Estado (KGB) que había trabajado en Zavídovo (una residencia de campo del Kremlin), donde ella conoció a Fidel, cuando este viajó por primera vez a la Unión de República Socialistas Soviéticas.
El hombre que lo crió siempre sospechó que Alexander no era su hijo; pero guardó el secreto y sólo hace pocos años la mujer confesó la verdad sobre la relación amorosa que en 1963 sostuvo con el Jefe de la Revolución Cubana.
A su progenitor lo vio por vez primera en 1972 en la ciudad rusa de Vorónezh (a unos 500 kilómetros de Moscú); y otras dos en la mayor de las Antillas, cuando sus padres fueron enviados a trabajar y dónde pasó cinco años de su adolescencia.
Desde entonces, se dice “absolutamente seguro” de que es hijo de Fidel Castro, y su deseo es corroborarlo mediante un análisis comparativo de ADN, pero se queja de que su supuesta familia en la Isla caribeña no quiere saber nada de él.
Fuente/Foto:EFE
