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Habita en lagunas y ríos y es la gran figura de la mitología isleña.

Las jóvenes y hermosas mujeres jamás son molestadas mientras se bañan en rios y lagunas por estos genios acuáticos.( Imagen Internet)

El güije, personaje mayor de la mitología cubana, descrito como un enano de piel oscura, cabello largo y enmarañado, dientes afilados y ojos que tal parece quieren salirse de su órbita, es un ser fantástico envuelto en el misterio, que habita  muy cerca de los rios y lagunas del verde caimán antillano.

Es  una especie de geniecillo caribeño que puede aparecer o esfumarse en un santiamé, capaz de saltar a gran altura, dueño de una fuerza sin límite y mucho más veloz que los caballos y se plantea que fueron traídos a la isla por los colonizadores españoles, aunque existen otras versiones sobre su origen.

Los historiadores José Luciano Franco y José Rafael Lauzán coincidieron en afirmar que los güijes fueron creados para asustar a los niños y evitar que se bañaran a su antojo en los ríos y lagunatos de Cuba y la ignorancia provocó que esta creencia echara raíces profundas además entre la población adulta.

La más disparatada de las hipótesis plantea que estos pequeños diablillos llegaron al país encerrados en una botija de barro desde el lejano continente africano, en un navío portugués dedicado a la trata de esclavos y en el monento de llegar a tierra firme, el recipiente se rompió y quedaron en libertad.

Asustados los güijes, conocidos también, como Jigues o Chichiricú, escaparon a los espejos de agua del territorio nacional, donde fijaron su morada y del imaginario popular se desprende que sus alimentos preferidos son la carne de puerco cocida, las frutas maduras y el dulce de guayaba, así com hay entre ellos adictos al ron.

Estos gnomos,traviesos a más no poder, son amigos de gastar terribles bromas, retozones y burlones, excepcionalmente malignos o sanguinarios, todos muy enamoradizos y lascivos  y cuentan que, desde su escondite, miran a las mujeres que suelen bañarse ligeritas de ropa en las tranquilas aguas de los ríos y lagunas.

De la memoria popular surgen historias fantasiosas referidas a güijes justicieros que ayudaron a los esclavos fugitivos a evadir la persecución de los rancheadores, en el siglo XVIII en el poblado de Remedios, en la hoy central provincia de Villa Clara, unos 280 kilómetros de La Habana, la capital de la isla caribeña

La figura cimera de los mitos cubanos, alcanza lugar privilegiado en el hacer de los escritores, Nicolás Guillén, Samuel Feijo y Francisco Robaina Alquimbau, los pintores Marcelo González y Juan Rodríguez Paz, el bailarín y profesor de danza Fernando Alonso y el cantante y compositor Silvio Rodríguez, entre otros artistas.

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