Skip to main content
DE CUBA

EL AMOR DE JOSÉ MARTÍ POR SU MADRE.

By May 2, 2012No Comments

Doña Leonor Pérez, jamás dejó de apoyar a su hijo primogénito

Nacida en Santa Cruz de Tenerife, Islas Canarias, Leonor Antonia de la Concepción Micaela Pérez Cabrera, procedía de una familia que contaba con algunos recursos económicos, los que llegaron a acrecentarse cuando, a poco de llegar a la isla, el padre gana un primer premio de la lotería que les permite vivir en una casa bastante espaciosa y cómoda en la calle Neptuno. En 1952 se une en matrimonio con el militar valenciano Mariano Martí, y un año más tarde, les nace su primogénito, al que bautizan con el nombre de José Julián. A éste se le suman en pocos años siete hijas: Leonor (la Chata), Mariana Matilde (Ana), María del Carmen (la valenciana), María del Pilar Eduarda, Rita Amelia (Amelia), Antonia Bruna y Dolores Eustaquia (Lolita)

Leonor Pérez Cabrera fue alguien que rompió con los códigos sociales de la época al aprender a leer y escribir de forma autodidacta y algo aún más insólito fue que atendió, en ausencia del marido, cuando éste se encontraba en Hanábana como juez pedáneo, los pocos bienes de la familia, en una época en la cual estos menesteres se destinaban solamente a hombres, amigos o familiares, poniendo en evidencia no solo los vínculos afectivos del matrimonio sino también la absoluta confianza en las habilidades, inteligencia y prudencia de la isleña para administrar asuntos de la economía familiar.

Los primeros versos de José Martí datan de 1868 y estaban dedicados a su madre amorosa y ejemplar.

En más de una ocasión el patriota cubano enfatizó el papel desempeñado por sus padres en su formación ético-moral: “¿Y de quién aprendí yo mi entereza y mi rebeldía, o de quién pude heredarlas, sino de mi padre y de mi madre?”, señalaría con justicia. Puede decirse que el amor de Martí por “los pobres de la tierra”, como muy acertadamente ha dicho Fina García Marruz, comenzó en el hogar

Cercana  la fecha del Día de las Madres, que en Cuba se celebra el segundo domingo de mayo, no tenemos más que releer sus poemas y cartas a su querida madre, para la que siempre tuvo un trato cortés y respetuoso, a sabiendas de que su sinceridad, en cuanto a sus ansias de libertad e independencia de su patria,  provocaban cierto enojo en ella.

La histórica recopilación de Las Obras Completas de José Martí,  Edición Conmemorativa del Centenario de su Natalicio, Editorial Lex, La Habana Cuba, 1953, en su Volumen II, recoge en su Epistolario Familiar, unas cartas que el Apóstol escribió, donde aparecen 5 enviadas a su madre entre los años 1861 al 1895.La última, fechada en Montecristi, República Dominicana el 25 de marzo de 1895, es corta pero resume su amor a Doña Leonor y a sus hermanas, el cual nunca estuvo por debajo de  sus principios independentistas.

Madre mía*:

Hoy, 25 de marzo, en vísperas de un largo viaje, estoy pensando en Vd. Yo sin cesar pienso en Vd. Vd. se duele, en la cólera de su amor, del sacrificio de mi vida; y ¿por qué nací de Vd. con una vida que ama el sacrificio? Palabras, no puedo. El deber de un hombre esta allí donde es más útil. Pero conmigo va siempre, en mi creciente y necesaria agonía, el recuerdo de mi madre.
Abrace a mis hermanas, y a sus compañeros. ¡Ojala pueda algún día verlos a todos a mi alrededor, contentos de mí! Y entonces si que cuidaré yo de Vd. con mimo y con orgullo. Ahora, bendígame, y crea que jamás saldrá de mi corazón obra sin piedad y sin limpieza. La bendición.
Su
J. MARTí
Tengo razón para ir más contento y seguro de lo que Vd. Pudiera imaginarse. No son inútiles la verdad y la ternura. No padezca.

Leave a Reply