Publicó una foto amordazada dijo que estaba secuestrada.
La Policía de La Habana interrogó hace unos días en calidad de detenida a una joven de nacionalidad cubana, por su presunta participación en un falso secuestro, con el que pretendían extorsionar a un empresario de Mallorca, España.
El hombre, cuya entidad no fue informada, conoció hace varios meses a la mujer que estaría ejerciendo la prostitución, y cuyos supuestos captores exigía el pago de dos mil euros, según reseña un despacho publicado en el Diario de Mallorca.
Ambos se vieron varias veces y la joven le solicitó a su “amigo” que le realizara un préstamo de 3.000 euros, dado que necesitaba el dinero para operar a su madre, que estaba enferma y tenía que marcharse con urgencia a su país.
Dijo que a la vuelta le devolvería esa suma y traería a una hermana desde Cuba, pero hace varios días, en la cuenta personal de Facebook de este señor, aparecía una fotografía de la mujer amordazada que a su vez anuncia el falso secuestro.
En el mismo mensaje se le indicaba que los secuestradores estaban exigiendo el mencionado monto monetario en efectivo y le pedían que pagara a los delincuentes, ya que de lo contrario le irían cortando los dedos uno a uno.
El empresario se puso en contacto con el detective Juan Carlos Delgado, que casualmente en ese momento se encontraba en la Isla realizando otra investigación y este puso el caso en conocimiento de las autoridades habanera y ella fue apresada.
El detective consiguió localizar el teléfono de la falsa secuestrada, así como la dirección de donde residía y sin avisar, ni indicarle en ningún momento que acudía a petición del empresario mallorquín se presento en la vivienda.
Logró que la mujer confesara que el secuestro nunca había existido y que la foto publicada en las redes sociales se la tomó un cliente, que la había colocado un pañuelo en la boca y. confesó que lo hizo porque necesitaba dinero de manera apremiante,
El detective consiguió localizar el teléfono de la falsa secuestrada, así como la dirección de donde residía y se avisar se presentó en su casa, sin indicarle en ningún momento que acudía a petición del empresario mallorquín.
Logró que la mujer confesara que el secuestro nunca había existido y que la foto publicada en las redes sociales se la tomó un cliente, que la había colocado un pañuelo en la boca y. confesó que lo hizo porque necesitaba dinero de manera apremiante
